26.10.11

EL REPARTIMIENTO DE SEVILLA II

El primer repartimiento fue hecho a favor de don Remondo, obispo de Segovia y Notario Mayor de Fernando III, a quien el monarca dio “unas casas en la plaza de Santa María, su bodega, cocina, establo y una hortezuela dentro de las casas”, donación que fue origen del actual Palacio Arzobispal. La reina, doña Juana de Pointhieu, segunda esposa de Fernando III, obtuvo grandes heredamientos, entre otros los baños y casas de las collaciones de San Ildefonso y San Juan de la Palma y los llamados de la Reina Mora en la parroquia de San Vicente. La princesa doña Violante, mujer del príncipe heredero don Alfonso, los hijos de Fernando III don Fadrique, don Enrique, don Sancho, don Felipe, don Manuel, don Fernando y don Luis; su hermano el infante don Alfonso de Molina y el hermano no legítimo de San Fernando, fueron todos favorecidos con grandes heredades.
Las órdenes militares españolas de Santiago, Alcántara y Calatrava y las de los Templarios y San Juan de Jerusalén obtuvieron casas y huertas dentro de la ciudad, donde labraron sus conventos e iglesias.
Los religiosos trinitarios, franciscanos, mercedarios y dominicos, la comunidad y el abad de Santo Domingo de Silos, el Monasterio de las Huelgas de Burgos, el obispo de Marruecos, quedaron asimismo repartidos. El obispo de Marruecos y la Orden de San Juan formaron, alrededor de las fincas donadas, barrios que gozaron de jurisdicción exenta, aislados del resto de la ciudad.
El repartimiento se hizo extensivo a los caballeros y se dieron casas a los peones que manifestaron deseos de permanecer en la ciudad recién conquistada. Este generoso repartimiento no dio por el pronto el resultado que Fernando III se propuso de poblar rápidamente de cristianos la ciudad, ya que muchos de los que obtuvieron casas y otras propiedades las abandonaron y volvieron a sus lugares de origen, por lo que hubo necesidad, en 1255 y 1263 bajo el reinado de Alfonso X, de volver a hacer un nuevo reparto de todo lo abandonado y de lo que anteriormente no había sido repartido, y aún sobraron casas y heredades para darles a los monasterio de San Isidoro de León, Roncesvalles y Santa María de Rocamador, amén de los grandes territorios que la corona se reservó y de los que dio a Sevilla y a su Iglesia.
Así pues, puede afirmarse que Sevilla permaneció durante los últimos años de Fernando III y en los primeros del reinado de Alfonso X con escasa población, lo que movió a estos monarcas a conceder grandes privilegios a los vecinos y moradores de Sevilla para fomentar su repoblación.

EL REPARTIMIENTO DE SEVILLA I

Tras la toma de Sevilla por Fernando III en 1248, procedió el monarca en organizar su reparto y organización con arreglo a las leyes, fueros y usos castellanos, Repartimiento que su hijo Alfonso X concluyó. El repartimiento, que consiste en la donación de los bienes raíces requisados –inmuebles urbanos y alquerías (aldeas musulmanas) con sus tierras correspondientes–, se considera como una recompensa a los que han colaborado en la conquista y, de paso, asegura el futuro, al sentar las bases económicas que regirán la repoblación del territorio. Considerada la ciudad perteneciente a la Corona por derecho de conquista, el monarca procedió al reparto de la ciudad y de su término entre los miembros de su familia, los infantes, los ricos hombres, los prelados, los caballeros, las órdenes militares, las órdenes religiosas, los hombres buenos y peones que le ayudaron en la conquista.
Procedió, pues, al Repartimiento, pero no de una manera general o global, sino singularmente, a entidades y personas concretas, con entera independencia y separación unos repartos de otros. Se creó una Junta de partidores, compuesta por el obispo don Remondo, Ruy López de Mendoza, Gonzalo García de Torquemada, Pedro Blasco y Fernán Servicial, ejecutor material de muchas operaciones.
El proceso fue largo y se hizo en tres fases:
* el reparto general acometido desde 1248 por el propio Fernando III y concluido en 1253 reinando ya Alfonso X;
* en la segunda fase se complementan los heredamientos (fincas rústicas y urbanas) abandonados por sus dueños entre 1255 y 1257;
* la tercera, en 1263, se dedica a redistribuir las casas descuidadas y yermas.

Así da comienzo el Repartimiento de Sevilla:
“En Seuilla, jueves, primero día de mayo, era de mil e doçientos e noventa e un annos, con sabor e con gran voluntad que ouo el muy noble e muy alto don Alfonso, por la graçia de Dios rey de Castilla, e de León, de Galiçia, de Seuilla, de Cordoba, de Murcia, e de Jaen, de facer servicio a Dios, e por onra del muy noble rey don Ferrando, su padre, e por gala donar al infante don Alfonso, su tio, e a sus hermanos, e a sus ricos ornes, e a sus Ordenes, e a sus fijosdalgo, e a todos aquellos que le ayudaron a ganar la muy noble çiudad de Seuilla, el servicio e el aiuda que ficieron al rey don Fernando su padre e a él en ganarla e conquerir la Andaluçia, e por poblar e asosegar la sobredicha noble de la ciudad de Sevilla ouo de saber todas quantas alcarias e quanto heredamiento auia e de figueral e de olivar, e de huertas, e de vinnas, e de pan, e sópolo por don Remondo obispo de Segovia, e por Ruy López de Mendoza, e por Gonçalo García de Torquemada, e por Ferrán Servicial, e por Pedro Blanco el adalid, que lo anduvieron todo por su mandato, e sopieron. todo quanto era; e según la quenta que ellos dieron que avía en cada logar diólo el rey de esa guisa, así como es escripto en este libro; e diérongelo todo por medida de tierra e por medida de pies a raçon de cinquenta pies el arançada; e diólo el rey por la medida de los pies que era más cierta que la de la tierra, e fiço sus donadíos muy buenos e muy grandes e partiólo desta guisa: primeramente heredó al infante don Alfonso de Molina, su tio, e a sus hermanos, e a las reinas, e a sus ricos omes, e a obispos e a Ordenes, e a monasterios, e a sus fijosdalgo, e desi a los de su criazón que fueron del rey don Fernando, su padre, e desi a los de su compagna e a otros omes muchos; e tomó heredamiento para sus galeas e para su çillero que fiço, e para su almacén, e desi heredó hi docientos caualleros hijosdalgo en Sevilla e dioles su heredamiento apartado, e todo el otro heredamiento que fincó diólo al pueblo de Sevilla ansi corno es escripto e ordenado en este libro”.

8.10.11

LA DIFUSIÓN DEL PATRIMONIO

Tarea fundamental es la difusión (dar a conocer a la sociedad) del patrimonio histórico. Un viejo axioma nos dice que sólo se ama lo que se conoce y, en efecto, así es. El conocimiento origina el aprecio y de ahí surge la necesidad de la conservación y defensa. Un museo, un conjunto histórico o monumental que no abra sus puertas al gran público, que no difunda sus contenidos y en definitiva que no se dé a conocer equivaldría a tener secuestradas las piezas que contiene.
Las formas de difusión pueden ser varias:
* las exposiciones
* las publicaciones (libros, revistas, monografías)
* los departamentos de difusión de cada museo o monumento
* los gabinetes pedagógicos de Bellas Artes.
Las exposiciones no consisten sólo en colgar o colocar determinadas piezas en un lugar y que la gente vaya a verlas. Una exposición debe, además de lo anterior, conseguir que las obras se encuentren en un contexto histórico, artístico y cultural adecuado. También se debe complementar con textos, gráficos, paneles explicativos y todo tipo de objetos que ayuden a la ambientación para lograr la mejor comprensión de las piezas expuestas (planos, mapas, documentos, vistas de ciudades, etc).

Las publicaciones de diversos tipos son uno de los canales más importantes para la difusión del patrimonio histórico. En Sevilla destacaremos la colección llamada Arte Hispalense editada por la Diputación Provincial y dedicada a temas de arte de Sevilla y provincia. La revista Archivo Hispalense, también de la Diputación, publica exclusivamente temas relacionados con el patrimonio, la historia, arte y cultura local. Igualmente hace el Ayuntamiento, la Universidad de Sevilla, el Patronato del Real Alcázar con sus Apuntes, editoriales y otras instituciones sevillanas (Fundación Focus, Colegios profesionales, etc) que hacen una muy meritoria labor de difusión de nuestro patrimonio. De igual manera sucede en las demás provincias andaluzas.

Los departamentos de difusión de cada museo o monumento editan, dentro de sus posibilidades, guías para el mejor conocimiento del edificio y sus fondos, envían propaganda del mismo a colegios, asociaciones y colectivos varios y organizan de manera ordenada las visitas de los grupos a sus sedes.

Los Gabinetes Pedagógicos de Bellas Artes, organismos dependientes de la Consejería de Cultura y de Educación de la Junta de Andalucía, se crean para proporcionar un servicio a la comunidad escolar (alumnos, profesores) en lo referente a los temas de difusión del Patrimonio histórico y artístico andaluz.
Los objetivos que persiguen son varios:
* Elaborar materiales didácticos para alumnos y profesores sobre distintos BICs de cada provincia.
* Organizar e impartir cursos de formación para el profesorado referente a estos temas.
* Proporcionar información y coordinar visitas a museos, conjuntos históricos, yacimientos arqueológicos, etc.
* Asesorar a los centros escolares sobre actividades a realizar: visitas, exposiciones, itinerarios, etc.
* Asesorar a Grupos de Trabajo y Seminarios Permanentes en su actividad.
Los materiales que han elaborado son de gran interés para el profesorado y alumnos. Guías sobre el Alcázar, la Sevilla barroca, Itálica, barrio de Santa Cruz, Museo Arqueológico y otros muchos dan muestras de su efectividad y buena acogida por parte de los profesores.
Lamentablemente, parece que la administración andaluza ha optado por su extinción.
Para terminar el tema queremos relacionar algunos de los peligros que corre nuestro patrimonio:
* Contaminación (véanse las fachadas de la Catedral de Sevilla, ya restauradas)
* Exceso de visitantes (la Alhambra, monumento más visitado de España, está saturada)
* Vandalismo (pintadas, grafitis, "recuerdos", etc)
Lógicamente, además están las causas naturales (terremotos, incendios, derrumbamientos) y las negligencias (falta de mantenimiento, abandono, restauraciones erróneas).

4.10.11

LA CONSERVACIÓN Y LA RESTAURACIÓN DEL PATRIMONIO

En la CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO referente a los bienes muebles destacan los museos de diversos tipos. Los museos son instituciones dedicados exclusivamente a la conservación y difusión del patrimonio del que son depositarios. La ciencia que estudia todo lo referente a los museos se llama museografía y nos da normas sobre la conservación, exposición didáctica de los fondos, difusión de los mismos, etc.
La palabra museo viene del griego museion (lugar dedicado a las Musas). Actualmente se define a los museos como " institución permanente sin ánimo de lucro al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público y que realiza investigaciones concernientes a los testimonios materiales del hombre y que los adquiere, conserva y los expone con fines de estudio, educación y deleite". Su origen está en los coleccionistas privados que se remontan a la época romana, pero no es hasta el S.XVIII cuando la idea de exponer obras al público cuaja en instituciones concretas. Ya en el S. XIX el concepto de museo evoluciona para abarcar no sólo la pura exposición sino también la conservación, restauración y difusión de la obras que contiene, concepto que tiene en la actualidad. Sus directores reciben el nombre de conservadores.
Los Museos se pueden clasificar de varias formas, dependiendo de su titularidad, de los contenidos que exponen, o por la ubicación que ocupan. Si sólo o mayoritariamente tienen pinturas se llaman pinacotecas, si guardan sólo prensa y revistas se llaman hemerotecas y si sus fondos son documentales y bibliográficos son archivos o bibliotecas.
Atendiendo a la propiedad del museo, estos pueden ser: públicos (estatales, autonómicos, provinciales, locales, universitarios, eclesiásticos) y privados (de particulares).
Por el contenido que exponen pueden ser:

* BELLAS ARTES...Contiene pinturas, esculturas, retablos, bronces, etc. El de Sevilla es el más importante de Andalucía y el segundo de España en importancia en pintura del barroco.

* ARQUEOLÓGICOS... Contienen piezas que pertenecen a la antigüedad prehistórica, clásica y hasta la época musulmana. Aquí caben no sólo obras de arte en sentido estricto (escultura por ejemplo) sino también testimonios del pasado (lápidas, enterramientos, inscripciones, utensilios y objetos, armas, etc). Sevilla, Cádiz y Córdoba tienen importantes museos de esta clase.

* ARTES Y COSTUMBRES POPULARES... Son museos etnográficos que contiene objetos pertenecientes al folclore, a las costumbres, tradiciones, formas de vida, aperos de labranza ya caducos, ropas, ajuares,etc. En definitiva nos ayudan a comprender mejor las formas tradicionales de vida de nuestros antepasados más inmediatos.

* MUSEOS CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS... Exponen herramientas u máquinas, aparatos e ingenios que nos revelan el avance científico de la Humanidad y su desarrollo.

* MUSEOS HISTÓRICOS... Contienen piezas que nos dan una visión de una determinada época o del desarrollo de una ciudad. Aquí caben documentos, planos, mapas, cuadros, vistas, esculturas, monedas, etc. Incluimos en este apartado los museos militares y los históricos de las ciudades.

LA RESTAURACIÓN de los bienes patrimoniales es un capítulo muy importante en la conservación de los mismos. Restaurar no significa hacer de nuevo o completar sino respetar la pieza a restaurar sin alterar su sentido primitivo. En la historia de la restauración y siempre guiados con buena voluntad ha habido fundamentalmente dos etapas:
* una primera etapa, en la cual la restauración se hacía de manera imitativa e historicista ,queriendo decir con esto que a la pieza a restaurar se le completaban las partes que le faltaban imitando la parte a completar con la antigua,  de manera que el espectador no notase la diferencia y creyese que la pieza estaba completa o bien se inventaba una zona basado en muestras similares. Esta etapa o fase se dio en el S. XIX sobre todo.
* una fase más respetuosa y crítica, que es la que actualmente se considera como la adecuada, que consiste en diferenciar claramente en las piezas lo original de lo restaurado. Atendiendo a este criterio, una buena restauración reunirá estos requisitos:
>> No se emplearán materiales nuevos que no contengan la pieza original salvo autorización expresa de las autoridades competentes en materia de Patrimonio.
>> Se deberá distinguir con nitidez lo nuevo de lo original.
>> El color de las superficies y el aspecto de los materiales no deben alterarse sustancialmente.
>> Nunca se añadirán trozos o piezas nuevas para completar la pieza. Si pueden añadirse trozos significativos de piezas originales (anastilosis).
>> La primera operación será siempre un estudio detallado del estado de conservación y un proyecto o informe sobre el trabajo a realizar.
>> No se alterarán las condiciones ambientales y accesorias: muebles, jardines, entorno, etc.

3.10.11

LA TUTELA DEL PATRIMONIO

La tutela del patrimonio es esencial para su conservación, y se puede clasificar en tres pasos:
* LA INVESTIGACIÓN
* LA CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN
* LA DIFUSIÓN
Este primer artículo vamos a dedicarlo a analizar la investigación.

LA INVESTIGACIÓN: TÉCNICAS Y MODALIDADES
Las técnicas que emplean los investigadores en los asuntos referidos a los temas patrimoniales se pueden resumir en varios pasos:
1.- La identificación del objeto o pieza. Consiste en estudiar el objeto o pieza hallado (puede ser una escultura, una moneda, documento o restos arqueológicos, etc) al objeto de incluirlo en un marco cronológico, espacial y cultural. Sería, en definitiva, adjudicarle un estilo y un período histórico. Para entenderlo mejor vamos a poner el supuesto de un cuadro que aparece por haber estado olvidado en un desván, en este paso se le dataría (posible fecha de realización), se le adjudicaría un estilo observando sus rasgos formales (barroco por ejemplo) y se podría incluso hacer una atribución de autoría (aventurar que puede ser de Murillo o de su escuela).
2.- El análisis documental y bibliográfico. Consiste en una tarea de investigación referida a encontrar (si la hubiese) referencias documentales que acrediten más datos sobre la pieza. Siguiendo con el supuesto del cuadro aparecido, se trataría de ver en los archivos (conventuales, notariales, de Protocolos, etc) si hay referencias que puedan aclarar el autor, dueños y demás circunstancias de la obra.
3.- Las fuentes literarias. Pueden ayudar para aclarar la iconografía de la pieza, su significado, la inspiración en que se basa, etc. En nuestro ejemplo podría suceder que la escena representada en el cuadro estuviese inspirada en una pasaje de la Biblia o en un grabado de un libro.

Las modalidades de la investigación abarcan varias etapas, de menor a mayor profundidad:
Inventarios..Son documentos que recogen los datos mínimos de una pieza con los cuales se puede inscribir en un registro general de forma que puedan tener acceso a su conocimiento la comunidad científica y que los poderes públicos puedan proceder a su protección. En el ejemplo elegido se trataría de medir las dimensiones del cuadro, describir el tema y la escena que representa, los materiales de que está hecho (óleo sobre lienzo, colores empleados, etc), la cronología que se le atribuye y la función y ubicación que tenía el cuadro.
Catálogos... Recogen toda la información sobre la pieza, sus datos documentales y hacen una valoración sobre la importancia e interés de la obra enmarcándola dentro de la producción del autor y de la época. Asimismo intentan enmarcar la pieza dentro de un conjunto patrimonial (edificio al que pertenece) y las vicisitudes por las que ha pasado la obra en cuestión. Siguiendo con el cuadro del ejemplo, en una catálogo además de los datos del inventario habría que poner la bibliografía que dicha pieza haya originado (los comentarios que otros autores hayan hecho), tendrían que valorar su importancia dentro de la obra de Murillo y su inclusión en un género (religioso, profano) y los avatares que la obra ha padecido (del convento para el que fue pintado pasó a manos de un particular que lo vendió a un anticuario y de allí pasó a manos de un párroco que lo dejó olvidado en un desván hasta que un investigador lo redescubre).
Monografías... Recogen con intensidad y profundidad toda la obra referida a un autor, período, fase e incluso puede dedicarse a una obra. Así, se habla de un monografía sobre la obra de Murillo (como la magistral del profesor Diego Angulo, actualizada por Enrique Valdivieso) o se puede hacer un monografía sobre un cuadro concreto (Las Meninas de Velázquez por ejemplo), sobre el retablo barroco, sobre las espadañas de los conventos sevillanos, sobre la parroquia de santa Ana, etc. Siguiendo con nuestro ejemplo, a no ser que el cuadro fuese muy importante dentro de la producción del autor, no es corriente hacer monografías de obras menores.
Corpus... Es el objetivo final de la historia del Arte y supone el conocimiento total de épocas, estilos, técnicas o funciones. Así se puede hablar del Corpus de la escultura barroca andaluza, de la orfebrería, de las vidrieras, de la arquitectura gótica o de la mudéjar, etc. En este caso, nuestro ejemplo pertenecería a un supuesto Corpus sobre la pintura en el barroco andaluz o en la historia de la pintura andaluza.