28.9.08

LA CATEDRAL DE SEVILLA





La catedral sevillana es la catedral gótica más grande del mundo. Cuando el rey San Fernando conquistó la ciudad en 1248 adaptó la Mezquita Mayor de la ciudad como Iglesia Catedral poniéndole el nombre de Santa María de la Sede, imagen mariana que está encima del sagrario del Altar mayor.



En el año 1401 el Cabildo tomó el acuerdo de hacer una catedral con estas palabras: "Fagamos una iglesia tal e tan grande que los que la vieran acabada nos tomen por locos". Procediose a derribar la mezquita existente y sobre su solar construir la nueva catedral.
De la época almohade se conserva la Giralda, el patio de los Naranjos y la Puerta del Perdón que conserva dos aldabones de la época realmente magníficos. La taza de la fuente es visigoda. La Giralda se construyó en ladrillo, excepto los primeros metros que son de piedra y tiene 35 rampas para subir a lo alto, con tal maestría que las últimas rampas tienen menos inclinación que las primeras, calculando así los arquitectos que la hicieron el cansancio de las personas que tenían que subir. En el S. XVI Hernán Ruiz II construye el remate actual o cuerpo de campanas rematado por una escultura en bronce que la gente popularmente llama Santa Juana y que es en realidad una alegoría de la Fe triunfante, al más puro estilo clásico.

La planta de la catedral hispalense es de salón, o sea, rectangular, con siete naves dos de ellas de capillas. Las naves están dispuestas a diferentes alturas, siendo la más alta la central y la del crucero. Sus bóvedas de crucería se sostienen por pilares de piedra, la nace central es más ancha que las laterales y por sus dimensiones es el tercer templo del mundo, sumando 13.500 m2 de área, 70 bóvedas, más de 40 pilares y 85 vidrieras de diferentes épocas desde el S.XV hasta nuestros días. La piedra se trajo de las canteras de Jerez, Puerto de Santa María y Portugal.

Los promotores de la construcción –los que pagaban los gastos– fueron: el Cabildo catedralicio, el Prelado (arzobispo y cardenal), particulares y Monarquía.

Los constructores y los que trabajaron en ella fueron de diversas profesiones: el Maestro Mayor (arquitecto), aparejadores, carpinteros, alarifes, herreros. hojalateros, canteros, vidrieros, plomeros, cordeleros, carreteros y barqueros.

Los que la embellecieron fueron los escultores, entalladores, ensambladores, plateros, pintores, doradores, batihojas, tejedores, sastres, bordadores. pergamineros, escribanos, copistas, cereros, miniaturistas, encuadernadores.

LAS PUERTAS de la catedral son nueve: tres que dan a la Avenida, orientadas al oeste, de las cuales las dos laterales son las únicas góticas (S.XV) y se llaman del Nacimiento (o de San Miguel) y del Bautismo por las escenas que se representan en el tímpano. Son esculturas de barro cocido y obras de Mercadante de Bretaña, con otras figuras de Pedro Millán. La portada central se acabó entre fines del s XIX y primeros del XX y representa la Asunción de la Virgen estando reservada su apertura para las grandes solemnidades –jubileos, entrada del nuevo obispo–. Al lado norte está la Puerta del Perdón, con estructura almohade y decoración mudéjar y en el patio de los Naranjos se sitúa la Puerta de la Concepción, también moderna y la del Lagarto, a los pies de la Giralda.
Al Este, en la cabecera del templo, abren dos puertas del S.XVI: la Puerta de Palos (con el relieve de la Adoración de los Reyes Magos) y la de la Entrada en Jerusalén. Sólo nos queda al Sur la puerta de San Cristóbal o del Príncipe, por estar reservada para Reyes y Príncipes.
LAS CAPILLAS son muy numerosas, destacando la Real y la de la Virgen de la Antigua y que en futuros artículos detallaremos.
La Capilla Real guarda el cuerpo incorrupto de San Fernando en urna de plata de Laureano de Pina y es, como su nombre indica, enterramiento real ya que además de san Fernando está aquí enterrado su hijo Alfonso X el Sabio, su madre (esposa de san Fernando) la reina doña Beatriz de Suabia, el rey D. Pedro I de Castilla, doña María de Padilla y algunos infantes. El estilo es renacentista, obra en parte de Hernán Ruiz II, que construyó la cúpula. Esta capilla la preside la imagen de la Virgen de los Reyes patrona de la archidiócesis sevillana y que procesiona en día quince de agosto. Es imagen gótica del S.XIII.
El Altar Mayor tiene el retablo más grande de toda la Cristiandad con veinte metros de altura, siete calles, guardapolvo y rematado por un Calvario que preside el venerado Cristo del Millón.
En la Catedral de Sevilla están enterrados el Almirante Cristóbal Colón en sepulcro propio y destacado y su hijo Hernando Colón, gran bibliógrafo, en el trascoro.
Para terminar diremos que las vidrieras son de varias épocas, las más antiguas del S.XV y representan escenas del Antiguo y del nuevo Testamento.

14.9.08

LA MEZQUITA MAYOR DE SEVILLA


La construcción de la mezquita mayor y su alminar (hoy Giralda) forman parte de una serie de importantes realizaciones que efectuaron los almohades en esta ciudad, a lo largo de las tres últimas décadas del siglo XII. Los almohades habían surgido como una secta religiosa, que combatía el lujo y la riqueza de los almorávides, intentando devolver a los creyentes a la más pura ortodoxia del Islam.
Conquistaron Marruecos y en 1161 pasaron el estrecho para dominar la Península. En 1184 establecieron la capital de Al-Andalus en Sevilla y la dotaron de monumentales edificios civiles, militares y religiosos.
I,a primitiva mezquita mayor, que había quedado pequeña, era la de Ibn Adabas, construida en el 829, en el solar que hoy ocupa la iglesia del Divino Salvador y de la cual se conserva, muy modificado, su patio o sahn.
La construcción de la nueva mezquita se inició en 1172 y para ello “se demolieron las casas a la entrada de la Alcazaba y se encargó de ello el jeque de los arquitectos, Ahmed ben Baso y sus colegas, los arquitectos constructores de la capital de Marrakus y de la ciudad de Fez y se reunieron en Isbiliya junto con las distintas clases de carpinteros y aserradores y obreros de las diferentes construcciones".
Al hacer los cimientos, se tuvo que desviar la cloaca mayor bajo tierra, hacia el Norte. Al cabo de cuatro años de construcción se paralizaron las obras, sólo a falta de la solería y las vidrieras. Dos años después, en 1184, el califa mandó construir una muralla fuerte en la Alcazaba y el alminar.
Desde el antiguo palacio de Dar-al-Imara (actual Patio de Banderas del Alcázar sevillano) partía un lienzo de muralla hasta el hospital de Santa Marta (hoy convento de la Encarnación en la plaza Virgen de los Reyes). Desde aquí hacia un quiebro hacia el Sur, corriendo paralelo al muro de la quibla (nave de la epístola de la Catedral). A la izquierda del mihrab (ubicado en el lugar donde hoy está la capilla de la Virgen de la Antigua) , se construyó un pasadizo para que el califa pudiera ir desde el Alcázar hasta la mezquita. El solar de la mezquita ocupaba prácticamente el mismo espacio que la actual catedral gótica.
Tenía la orientación Norte-Sur; su puerta principal era la que su llamaría posteriormente del Perdón, estando el muro de la quibla al Sur. Además de por la puerta principal al patio se accedía por otras seis situadas en los frentes Este y Oeste. En el oratorio seguramente se abrirían otras seis, respetándose sus vanos al construirse la catedral (faltaría la situada en la zona de la actual capilla Real).
La mezquita tenía diecisiete naves, dos menos que la cordobesa, prolongándose las dos extremas por el patio o sahn. Con dieciséis hileras de pilares de ladrillo, sobre las que se volteaban arcos de herradura tumidos (apuntados), con cubiertas de madera de alerce (1175). La disposición de estos pilares no coincide con los del templo gótico.
¿Qué se conserva de la antigua mezquita? Pues el patio, muy modificado y algunos restos de pilares semienterrados, que son visibles en el frente sur del Patio de los Naranjos, delante de la fachada del Evangelio. En los frentes Norte y Este es donde únicamente se conservan los arcos y pilares originales. Las magníficas puertas de madera de alerce revestidas de bronce y los magníficos aldabones que hoy decoran la Puerta del Perdón son originales, así como un magnífico arco en yesería que da acceso al patio. Y por encima de toda la incomparable torre alminar, la universal Giralda, símbolo de la ciudad.