6.5.10

OBRAS CONEXAS CON LA EXPOSICIÓN DE 1929

La Expo del 29 supuso para Sevilla un gran impulso urbanístico, no sólo ya en la zona dedicada a Exposición sino en toda la ciudad. Así, surgieron barriadas nuevas como NERVIÓN, CERRO DEL ÁGUILA, PORVENIR, CIUDAD JARDÍN y HELIOPOLIS (llamado en la época Hotelitos del Guadalquivir, chales que se construyeron para servir de alojamiento al personal destinado en la Expo).
La ciudad vio abrirse ensanches que han configurado el paisaje urbano actual: ensanche de Santo Tomás, Puerta de Jerez, Mateos Gagos, San Jacinto y Santa Catalina. La necesidad de alojamiento forzó la construcción de hoteles como el de ALFONSO XIII, obra de José Espiau y Muñoz y que fue el mejor de Europa en su época y el oficial de la Expo, el hotel OROMANA (en Alcalá de Guadaira), el hotel Triana en la calle Clara de Jesús Montero, Eritaña (hoy cuartel de la Benemérita), el Américan Palace y el Hotel Cristina.
La ciudad recibe una serie de mejoras en su equipamiento urbano: Teatro COLISEO, ALVAREZ QUINTERO, edificio de TELEFÓNICA. Pierde la familiar estampa de la PASARELA, pero a cambio una serie de monumentos públicos: a Catalina de Rivera, a Cristóbal Colón, Montañés, San Fernando, Cid Campeador, Zurbarán, Fuente de la Plaza de la Virgen de los Reyes. El parque se adorna con numerosas glorietas: Hnos Alvarez Quintero, Ofelia Nieto, Cervantes, Becquer, etc.
La estación de Plaza de Armas, el Matadero Municipal, el Puente de San Bernardo y sobre todo la dársena de ALFONSO XIII y el puente levadizo del mismo nombre al que los sevillanos llamaron enseguida el "puente de hierro" dan a Sevilla un nuevo auge económico que en parte fue fugaz porque al clausurarse la Exposición la economía sevillana volvió a su atonía tradicional.