18.6.07

PORTADA DEL PALACIO DE MARCHENA EN EL ALCÁZAR


La magnífica portada de estilo gótico final que hoy hermosea los jardines del Alcázar sevillano procede de Marchena, concretamente del palacio Ducal cuya Plaza de Armas es hoy la marchenera Plaza Ducal[1]. Allí estuvo ubicado el palacio de los Duques de Arcos y posteriormente propiedad del Duque de Osuna a partir del S. XVII. La obra pertenece a la época de los Reyes Católicos, siendo un ejemplar interesante de dicho estilo con decoración gótica y elementos renacentistas abundando los motivos heráldicos. Se puede fechar sobre el año 1492 y se podría asignar a la producción del artista Juan Guas tanto por motivos estilísticos como por la relación de este arquitecto con los linajes propietarios del palacio. La portada, que no daba acceso a ninguna estancia de la casa sino a un patio apeadero, sufrió una modificación en la década de los años 1540 añadiéndose la reja de la parte superior y las figuras de salvajes que portan escudos con armas heráldicas señalando el nuevo linaje propietario del señorío.

La portada, en palabras de Juan Luis Ravé, sigue en su composición las estructuras típicas del mudéjar civil caracterizado por líneas verticales que enmarcan la portada, vano adintelado para el acceso, aparición de alfiz, decoración profusa propia del estilo y remates en cornisa que sigue las plantas de los retablos góticos de batea. Se estructura con pináculos laterales y dos figuras de salvajes en las jambas que sostienen sendos escudos heráldicos con las armas de los Ponce de León el de la izquierda y de los Figueroa y Fernández de Córdoba el de la derecha. El autor de estas esculturas es Esteban Jamete y se pueden fechar en torno a 1544. La puerta, sobre la que aparece un león, es adintelada y se remata con un arco conopial sobre el que se coloca un antepecho calado[2]. De nuevo aparecen en la parte superior motivos heráldicos: un águila y un león en el remate de loa pináculos, “símbolos que aluden a los ideales de la institución señorial: poder terrenal y altura espiritual”[3]. También aparecen de nuevo escudos heráldicos que llevan las armas de los Ponce de León y del linaje de los Pacheco. Para el profesor Morales este detalle hace pensar que tal vez la portada se hiciese durante la minoría de edad de don Rodrigo Ponce de León, primer Duque de Arcos, dado que su abuela paterna y tutora era doña Beatriz Pacheco cuyas armas aparecen en la portada[4].

Fue colocada en este lugar en el verano del año 1913 por deseo del rey Alfonso XIII cuando desapareció el palacio Ducal. El arquitecto que dirigió está empresa fue don Vicente Traver y Tomás. La puerta de Marchena fue despiezada "in situ" y montada de nuevo en los jardines del Alcázar para comunicar la llamada Huerta del Retiro con el jardín de la China. La puerta fue adosada a la Torre del Enlace y adquirida con su peculio particular por S. M. el rey Alfonso XIII en la subasta de los bienes de la Casa Ducal de Osuna siendo comprada en su nombre por don Benigno Vega Inclán y Fratel, Marqués de Vega Inclán, académico de la Historia y gran especialista en jardines[5]. La puerta costó en total 8.850 pesetas incluidos los gastos de desmontaje y embalaje.
El palacio de los Duques de Arcos ocupaba el sector urbano más emblemático de Marchena, frente al Ayuntamiento, encontrándose hoy en su lugar un bloque de viviendas. “ La portada venía a cumplir en el conjunto de la alcazaba una doble función: separar el área pública del castillo del área privada y darle de una entrada representativa”[6].
Tras la muerte el dos de junio de 1882 de don Mariano Téllez Girón, Duque de Osuna, con unas deudas que sumaban los 43 millones de pesetas los acreedores se lanzan como aves de rapiña sobre uno de los mayores patrimonios nobiliarias que aún quedaban en España. Los prestamistas toman lo que pueden pues la quiebra era total. Ahí comienza el expolio del palacio ducal puesto en manos de anticuarios y comerciantes y hasta sus piedras y mármoles se emplean para edificar casas en la localidad. Del palacio, que tuvo tres plantas con una gran portada barroca y entre sus muros tapices de Rubens y cuadros de El Greco y de Ribera e incluso albergó dos conventos no quedó piedra sobre piedra y hoy día solo conservamos el apeadero, patio de carruajes, parte de murallas y la puerta del Tiro de Santa María. La portada estuvo a punto de salir de España pero el buen criterio del Rey lo impidió al comprarla para su alcázar sevillano. El magnate de la prensa norteamericano Willian Randolph Hearst intentó comprar para su castillo la portada en 1912 pero el Rey ejercicio el derecho de retracto en nombre del Estado español por mediación del Marqués de la Vega Inclán como hemos indicado anteriormente. Aunque no llegó a llevarse la portada si que logró hacerse con dos artesonados, localizados en su castillo californiano de San Simeón por el profesor de la Escuela de Arquitectura de Madrid don José Miguel Merino de Cáceres. Dicho castillo es hoy día todo un museo, contando con obras de artes de todas las épocas y entre ellas 87 artesonados procedentes de España. La portada principal de su castillo es una reproducción de la puerta marchenera que no logró llevarse. Los artesanados y frisos que hoy tiene la escalera que da al patio de la llamada Casa de la Condesa de Lebrija provienen también del mismo palacio marchenero, según la propia doña Regla Manjón afirma.

NOTAS:
[1] El estudio más completo sobre esta portada se puede ver en el capítulo que le dedica Juan Luis Ravé dentro del libro publicado por el Ayuntamiento de Marchena que recoge las Actas de las V Jornadas sobre Hª de Marchena, en su Volumen V.
[2] El gran arco conopial de esta portada guarda grandes similitudes con los de las iglesias vallisoletanas de San Pablo y San Gregorio.
[3] RAVÉ, Juan Luis: op cit pag 126
[4] MORALES, Alfredo: El Real Alcázar de Sevilla. Editorial Scala 1999. Pag 118
[5] El Marqués de Vega Inclán, vallisoletano de nacimiento, fue director de la Comisaría Regia del Turismo con Alfonso XIII, antecedente del actual Ministerio, y bajo su mandato se reurbanizó el barrio de Santa Cruz y se añadieron en los jardines del Alcázar la llamada Huerta de Retiro.
[6] RAVÉ PRIETO, Juan Luis: Actas de las V Jornadas sobre Historia de Marchena. Volumen V. Ayuntamiento de Marchena. Marchena, 2000. Pag 125

Jesús Luengo Mena

EL COLEGIO DE SANTA MARÍA DE JESÚS


Del edificio que fue el antecedente de la Universidad de Sevilla se conserva únicamente la capilla, llamada popularmente como la "capillita de la Puerta Jerez" y que actualmente tiene como propia el Consejo General de Cofradías y Hermandades de nuestra ciudad. El resto del edificio fue derribado con motivo de las obras conexas con la Expo del 29 que crearon numerosos ensanches viarios, en este caso para la creación de la actual Avenida de la Constitución, en los años previos a la inauguración dela Exposición Iberoamericana de 1929. Abarcaba el colegio desde la Puerta de Jerez hasta la Casa de la Moneda y, de largo, hasta el Archivo de Indias.

La capilla gótica posee un magnífico retablo de pinturas debido al pincel de Alejo Fernández, realizado en torno a 1520 y presidido por una Virgen de la Antigua[1] así como una portada de ladrillo con un arco conopial encuadrado en un alfiz construida por el maestro albañil Martín Sánchez hacia 1514 y una ventana gótica de gran belleza. De esta capilla procede un magnífico Crucificado de Zurbarán, hoy en el Museo de Bellas Artes, así como una Inmaculada de escuela murillesca. Durante la restauración de la Capilla de Santa María de Jesús, anexa al Consejo de Cofradías, en la Puerta de Jerez se han encontrado restos de la antigua portada y del zaguán de la primitiva Universidad de Sevilla, ambos del siglo XVI. La Comisión Provincial de Patrimonio determinó que queden al descubierto dichos restos. La puerta de entrada en la verja del templo ha sido desplazada hacia un lateral y se han construido unos escalones para el acceso a la capilla, ya que el antiguo zaguán se encuentra 1,30 metros por debajo de la altura actual de la avenida de la Constitución. Gracias a esta decisión de Patrimonio, se podrán observar mejor las características originales de la portada, que debido a que había sido enterrada parecía más pequeña.
En cuanto a la portada del Colegio que fundó Maese Rodrigo es la que hoy día da acceso a los jardines de la torre de don Fadrique, en el antiguo compás del que fue convento de clarisas de Santa Clara. Allí fue colocada en 1924, con motivo de las obras de adaptación realizadas en la huerta y torre de don Fadrique para la instalación del Museo Arqueológico Municipal tras la compra que hizo el Ayuntamiento a las monjas en 1920 de dicho recinto. Dicha restauración y adaptación posterior se debe al arquitecto Juan Talavera y Heredia.
Para terminar veamos una breve historia del Colegio de Santa María de Jesús.

La preocupación por mejorar los estudios en Sevilla hace que Maese Rodrigo de Santaella[2], natural de Carmona, canónigo y beneficiado de Reina, compre unas casas en el llamado Alcázar Viejo, cerca de la Puerta de Jerez para ubicar su Colegio.
El papa Julio II le autoriza mediante la correspondiente Bula la fundación del Colegio en 1505. La Bula le autorizaba a crear un Estudio General para doce colegiales, rector y algunas capellanías. El plan de estudios consistía en Lógica, Filosofía, Teología, Derecho Canónigo y Civil y Artes así como la facultad de poder otorgar los grados de bachiller, licenciado y doctor[3]. Luis de Peraza, en su Historia Imperial de Sevilla, Década III, nos dice que “hay otro Colegio de veinte colegiales que andan con vestiduras eclesiásticas, y Becas moradas, llamado de Santa María de Jesús que fundó el mui revererendo Arcediano de Reyna y Canónigo de Sevilla Maestre Rodrigo de Santaella, que llaman por otro nombre mui devidamente la Universidad sevillana a este excelente colegio”. En sus constituciones el Colegio nombraba al prior de monasterio de san Jerónimo de Buenavista como visitador.

La idea de Maese Rodrigo era la de fundar una Universidad que no fuera exclusivamente eclesiástica y que pudiese “disfrutar de las mismas gracias y privilegios pontificios que la de Salamanca”[4]. Como por otra parte el Ayuntamiento poseía desde 1502 una Real Provisión por la cual se le autorizaba a tener un Estudio con cátedras de Teología, Cánones, Leyes, Medicina y otras artes liberales pero no pudieron abrirlo por falta de medios resultó que cedió sus derechos al colegio de Santa María de Jesús a cambio del Patronato sobre dicho colegio lo cual le originó pleitos con el colego dominico de Santo Tomás. “En la segunda parte del siglo (XVI) el Colegio-Universidad funcionaba como la Universidad de Salamanca, incluido el ceremonial de graduación, vejamen, etc”[5].

Esta Universidad pleiteó constantemente con su otra gran rival, la de Santo Tomás de la orden dominica, por los grados y estudios que impartían. A la postre, esta fue la que quedó como única en Sevilla, pasando a denominarse Regia Universitatis Litterariae Hispalensis, ahora con carácter estatal. Tras la expulsión de los jesuitas de España que lleva a cabo Carlos III en 1771 la Universidad se traslada a la antigua Casa Profesa de los jesuitas y de allí posteriormente, ya en los años 1950, al edificio de la antigua Fábrica de Tabacos, en el cual permanece el Rectorado y algunas Facultades. Estamos hablando de la Universidad Hispalense, heredera de los Estudios Generales creados por Maese Rodrigo cuya estatua de bronce, obra de Joaquín Bilbao, se encuentra hoy en el campus de la Hispalense, frente a la calle Palos de la Frontera procedente de la antigua Universidad de calle Laraña.

NOTAS:
[1] Teodoro Falcón Márquez atribuye la capilla al arquitecto Alonso Rodríguez, que fue maestro mayor del catedral de Sevilla y de las iglesias de la diócesis entre los años de 1496- 1513.
[2] Maese Rodrigo de Santaella nació en Carmona el 15 de diciembre de 1444. En 1467 fue becado al Colegio de San Clemente de Bolonia doctorándose en Teología y allí ocupó una cátedra. Obtuvo posteriormente la canonjía magistral de la catedral sevillana y más tarde el arcedianato de Reina, dignidad de la catedral hispalense. Un retrato realizado por Zurbarán de dicho personaje se halla en el Palacio Arzobispal procedente de la capilla del Colegio.
[3] Para más información sobre el Colegio-Universidad de Maese Rodrigo de Santaella consultar la obra de Francisco Morales Padrón titulada "La Ciudad del Quinientos", en el tomo III de la Historia de Sevilla editada por la Universidad de Sevilla.
[4] MORALES PADRÓN, Francisco: op cit pag 287.
[5] MORALES PADRÓN, Francisco: op cit pag 288

Jesús Luengo Mena