5.1.08

LA CAPILLA DEL MAYOR DOLOR, SEDE CANÓNICA DE LA HERMANDAD DE JESÚS DESPOJADO. HISTORIA




La capilla del Mayor Dolor, sita en la sevillana plaza de Molviedro, recibe ese nombre por una imagen de la Virgen con dicha advocación que al parecer perteneció a una Hermandad de gloria que le daba culto en la ermita que existió en ese lugar antes de construirse la actual capilla. El proyecto del edificio según el catedrático Teodoro Falcón bien pudiera haber sido de Pedro de San Martín, a la sazón maestro mayor de la ciudad[1]. Aunque la fecha de construcción no parece clara nos inclinamos a dar crédito al testimonio del analista Matute, por los datos tan concretos que aporta.

Justino Matute nos cuenta que “se edificó nueva y muy decente capilla, con la misma advocación que la antigua, que se estrenó con muy solemnes funciones de misas y sermones el sábado 4 de Setiembre de este año (1779) en el cual y en siguiente domingo 5 permaneció Su Majestad manifiesto, asistido del clero parroquial y música, estando todos sus contorno adornados con varias invenciones de colgaduras y espejos, y muy ricas iluminaciones”[2]. Esta noticia no implica necesariamente que las obras de urbanización del nuevo barrio estuviesen totalmente acabadas en esa fecha. También Arana de Varflora, diez años después de inaugurada, la cita en su Compendio al escribir sobre las ermitas de la ciudad, diciendo: “Nuestra Señora del Mayor Dolor situada en la plazuela de La Laguna, y hecha de nuevo con primorosa fábrica”[3].

La capilla fue mandada construir por don Manuel Prudencio de Molviedro sobre terrenos de su propiedad adquiridos en subasta en 1768 y escriturados el 24 de septiembre de 1782[4]. Se edificó como ayuda a los feligreses de esa zona de la ciudad para que asistiesen a los cultos con mayor facilidad creándose un Patronato al efecto y la construcción de la capilla forma parte de la ordenación que se hizo en la reurbanización de este barrio. Dos lápidas que se encuentran en el interior de la capilla en los pies de la nave nos ilustran sobre la historia de esta capilla. En una de ellas se nos dice lo siguiente:

“ESTA CAPILLA DE NTRA SRA DEL MAYOR DOLOR CON SUS ANEJOS Y TODO CUANTO EN ELLA ECSISTE PARA SU SERVICIO ES PROPIEDAD PARTICULAR DEL EXCMO SR. D. FERNANDO RODRÍGUEZ DE RIVAS GARCÍA DE TEJADA, CONDE DE CASTILLEJA DE GUZMÁN, COMO BIZNIETO DEL SR. D. MANUEL PRUDENCIO DE MOLVIEDRO QUE LA EDIFICÓ EN 1782 PARA COMODIDAD DEL BARRIO DE LA LAGUNA AL MISMO TIEMPO QUE LO HIZO DE LA MAYOR PARTE DE LA CALLE TAMBIÉN DENOMINADA DE LA LAGUNA, PLAZA QUE LLEVA SU NOMBRE DE MOLVIEDRO, EL ANTIGUO PALENQUE Y PARTE DE LA CALLE PIÑONES HABIENDO SIDO CONFIRMADA TAL POR EL GOBIERNO EN 1 DE OCTUBRE DE 1869 DESPUÉS DE RECONOCIDOS SUS TÍTULOS DE PROPIEDAD, Y DE ACUERDO CON LA SECCIÓN DE LETRADOS DEL MINISTERIO DE HACIENDA”.

En la otra lápida reza lo siguiente: “POR ESCRITURA PÚBLICA DEL 14 DE OCTUBRE DE 1938, OTORGADA EN SEVILLA, ANTE EL NOTARIO DE SU ILUSTRE COLEGIO DON EDUARDO FEDRIANI Y FERNÁNDEZ, LA EXCMA. SRA. DÑA. MARÍA ANA DE LA GANDARA, CONDESA Y VIUDA DE CASTILLEJA DE GUZMÁN, COMO ADMINISTRADORA DEL PATRONATO, FUNDADO POR D. MANUEL PRUDENCIO GARCÍA DE MOLVIEDRO PARA EL SOSTENIMIENTO Y CULTO DE ESTA CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DEL MAYOR DOLOR, CEDIÓ TODOS SUS DERECHOS A LA EXCMA SRA. DOÑA CANDELARIA DE ALVEAR GÓMEZ DE LA CORTINA, CONDESA VIUDA DE AGUIAR, RAMA FAMILIAR DEL FUNDADOR, FORMALIZÁNDOSE ESTE CONTRATO POR EXPEDIENTE CANÓNICO Nº 24098 FECHA 20 DE MAYO DE 1942. TERMINARON LAS OBRAS DE RESTAURACIÓN DE ESTA CAPILLA EL 18 DE MARZO DE 1942”[5].

De lo anterior se deduce que en el año 1869 la capilla era propiedad del biznieto de don Manuel Prudencio de Molviedro llamado Fernando Rodríguez de Rivas el cual ostentaba el título de Conde de Castilleja de Guzmán así como que fue don Manuel Prudencio de Molviedro quien fundó un Patronato para el mantenimiento de la capilla. La fecha de edificación de la capilla que cita la lápida hay que retrasarla tres años atrás ya que Justino Matute en sus Anales da detalles de la inauguración en 1779. En el año 1862 se hicieron obras de restauración en la capilla llevadas a cabo por José Portillo, decorándose la capilla con yeserías realizadas por José Pelli. Por el expediente nº 24.098 de la Vicaría General del Arzobispado abierto en el año 1941 a instancias de doña Candelaria de Alvear y de doña María Ana de la Gándara sabemos que con fecha de 12 de marzo de 1925 existía en la capilla una fundación de misas hechas por doña María Luisa García de Tejada que consistía entre otras en la celebración de misas los días 10, 20 y 30 de cada mes lo cual implica que la capilla no estaba abierta el resto de los días[6]. Tras la compra que realiza en 1938 doña Candelaria de Alvear, ésta emprende obras de restauración acabadas en 1942 solicitando al mismo tiempo del arzobispado la fundación piadosa de memoria de misas.
Así, por documento de 6 de junio de 1941 doña Candelaría de Alvear en nombre propio y en nombre de doña María de la Gándara “deseando para la mayor gloria de Dios que la capilla de Nuestra Señora de los Dolores...quede abierta al culto de un modo permanente” solicitan la fundación de 29 misas que ellas sufragarán para que se apliquen por sus intenciones particulares respetando la anterior fundación ya citada de doña María Luisa García de Tejada[7].

Dicha fundación queda aprobada por expediente canónico nº 24.098 de fecha 20 de mayo de 1942 según escrito firmado por don Manuel Rubio Díaz, Vicario General de la Archidiócesis, tal como recoge la lápida transcrita.

El día 17 de enero de 1921 y a petición del sacerdote don Juan Cabello Castilla quedó constituida en la capilla una hermandad bajo el título de Nuestra Señora de los Reyes, con permiso para peregrinar en octubre al santuario de Valme, en Dos Hermanas, cosa que sucedió en una sola ocasión porque se tomó la costumbre de peregrinar a la capilla construida a tal efecto por don José Anastasio Martín en su cortijo de Fuente Quintillo, también en Dos Hermanas por lo que la romería se conoció popularmente por “la de Quintillo”.

En el año 1956 doña Candelaria cede el inmueble a una Comunidad religiosa de los Padres Claretianos, los cuales en el edificio aledaño situaron una comunidad de sacerdotes y su Casa Provincial. Esta Congregación, tras unos años de estancia en ella tenía al parecer pensado derribar la capilla para construir una residencia, al no serle permitido aceptan las gestiones realizadas privada y sigilosamente por don Antonio Fernández en orden a conseguir el compromiso de ceder a la Hermandad de Jesús Despojado la capilla, acuerdo que materializa el gobierno de la Provincia Bética de los Misioneros Claretianos el 7 de diciembre de 1981, un día después de que los hermanos de la Cofradía decidan en Cabildo trasladarse a Molviedro[8].

Por Acuerdo firmado el 17 de diciembre de 1981 el MRP Jesús María Palacios Alcántara, CMF Superior Provincial de la Provincia Bética de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María y por otro lado don Antonio Fernández Rodríguez, Hermano Mayor de la Hermandad, la Congregación claretiana accede a la petición de cesión de la capilla en usufructo perpetuo y exclusivo con sus imágenes y objetos de culto a condición de que se de culto a la Virgen del Mayor Dolor, que habrá de estar en el centro del retablo como Titular y asimismo se compromete la Hermandad a sufragar una Misa diaria por las intenciones de las fundadoras de la Pía fundación, obligaciones que a los claretianos les habían sido impuestas cuando se les cede la capilla por la anterior propietaria ya que la posesión iba unida a la Fundación Pía destinada a dar culto a la Virgen del Mayor Dolor y a celebrar misa a diario por la intenciones de dichas fundadoras, obligaciones que ellos ahora transmiten a los nuevos usuarios[9].

El 4 de abril de 1982, Domingo de Ramos, la Cofradía salió de San Bartolomé y se recogió en la capilla de Molviedro. El domingo 23 de mayo de 1982 la Hermandad abrió la capilla al culto público en un Función Solemne presidida por don José Ruiz Mantero, párroco del Sagrario. En Cabildo celebrado el 13 de febrero de 1989 se tomó el acuerdo de adquirir a los claretianos la capilla y la casa aneja para que fuera Casa-Hermandad.

A finales de diciembre de 1989 la capilla es cerrada al culto por graves deficiencias en su estructura que ponen en peligro la seguridad de los asistentes a los cultos trasladándose las imágenes Titulares a la vecina capilla de la residencia Tartessos para la tercera edad en ese momento gestionada por la Madres Angélicas debiendo salir la Cofradía desde la parroquia de San Gil. Entre los años 1990 y 1991 la capilla permaneció cerrada por las necesarias obras de restauración. Se reabrió al culto con Solemne Misa el 29 de marzo de 1992.

En el año 1995, siendo Hermano Mayor Manuel Vicedo y don Federico Fernández García ecónomo de la Provincia Bética de la Congregación propietaria de la capilla y casa aneja se formalizó escritura de compraventa de ambos inmuebles pasando la Hermandad a ser propietaria de la capilla y casa aneja para Casa-Hermandad [10] .
Sólo queda añadir a modo de curiosidad que el último capellán que vivió en la Casa-Hermandad fue don Juan Cabello Castilla, beneficiado de la catedral y miembro de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras[11].

[1] FALCÓN MARQUEZ, Teodoro: Sevilla penitente, Tomo I, Pag 222, Editorial Gever, Sevilla,1995
[2] MATUTE Y GAVIRIA, Justino: Anales eclesiásticos y seculares de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Sevilla, Tomo II, pag 299Sevilla, 1887.
[3] ARANA DE VARFLORA, Fermín: “Compendio Histórico y Descriptivo de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Sevilla”. Sevilla, 1789. Pag 73.
[4] CARRERO RODRÍGUEZ, Juan y GARCÍA LUQUE, Francisco: “Enciclopedia de la Semana Santa de Sevilla”. El Correo de Andalucía. Volumen 11, pag 62.
[5] En el archivo de la Hermandad se conserva primera copia literal de la escritura de compraventa de la finca nº 30 de la calle Castelar esquina a Plaza de Molviedro entre la Excma. Sra doña María Ana de la Gándara y Plazaola, Condesa viuda de Castilleja de Guzmán y la Excma. Sra doña Candelaria de Alvear y Gómez de la Cortina, Condesa viuda de Aguiar. La venta se fijo en 65.000 Ptas. en metálico.
[6] Las otras obligaciones eran las de costear cuatro arrobas y media de aceite para la lámpara del Santísimo y celebrar cada el año el septenario de San José, con Función el día 19 con los correspondientes sermones. Para tal fin doña María Luisa de Tejada y Gayto había dotado a la fundación con un capital de 26.500 ptas nominales de la Deuda Pública interior al 4% que posteriormente incrementó con 4.300 ptas más, según consta en el Expediente 3.105 de la delegación de Capellanías. En la Casa Hermandad se conserva un cartel de culto de un septenario a San José del año 1924 que predicó don José de Vides Sacristán, párroco en aquellos años de San Pedro y San Juan de la Palma.
[7] En el expediente 24.098 de la Vicaría se encuentran las condiciones y las cantidades que las ilustres damas aportan para la Fundación: 40.000 ptas doña María Ana y 27.500 ptas doña Candelaria siendo 18 misas por las intenciones de la primera citada y 11 por doña Candelaria. Posteriormente doña Candelaria aporta 24.000 Ptas. más por lo que se procede a una nueva redistribución proporcional de las misas y por fin en 12 de marzo de 1949 doña Candelaria, como patrona de la capilla, aumenta el capital fundacional en 302.000 Ptas. a fin de que el culto quede garantizado y además se rece diariamente el rosario en la capilla y se celebre septenario a la Virgen de los Dolores con manifiesto y sermones.
[8] Según declaraciones de Antonio Fernández al Correo de Andalucía (10 de junio de 1994, Pág. 27 del suplemento La Revista nº 7) otras Hermandades se interesaron por la cesión de la capilla, citando a la de Los Javieres, El Beso de Judas, Las Aguas y la Soledad de San Buenaventura.
[9] El texto de dicho acuerdo de cesión se conserva en los archivos de la Hermandad. Por el mismo documento los claretianos arriendan a la Hermandad la casa aneja que era la del capellán.
[10] La escritura de compraventa se conserva en el archivo de la Hermandad y lleva fecha de 6 de octubre de 1995. El precio fue de 8 millones de pesetas y como condiciones particulares se mantenía la de que la Virgen del Mayor Dolor estuviese en el retablo (no ya en el lugar central) y que se siguiesen sufragando misas diarias por las intenciones de los fundadores además de que la Hermandad solicitara a la autoridad eclesiástica la inclusión de San Antonio María Claret como Titular de la Cofradía y a dedicarle Triduo y Función (esta solicitud se realizó y se está a la espera de la aprobación de nuevas Reglas por el arzobispado). Las dimensiones que fija la escritura son de 133 metros y 65 decímetros cuadrados para la capilla y de 52 metros y 70 decímetros cuadrados la casa aneja, que incluye la sacristía.
[11] En la Revista formativa de la Hermandad de Jesús Despojado nº 8 se publicó un artículo sobre D. Juan Cabello Castilla escrito por su sobrino Eduardo Castilla Castilla y al cual remitimos al lector interesado en ampliar datos sobre dicho personaje.

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