4.1.10

LOS CARACTERES DE LA ARQUITECTURA TRADICIONAL SEVILLANA

Las características esenciales de la arquitectura sevillana son las determinadas por los factores del color, de la luz y la sombra, de las proporciones, de los macizos y huecos y de los materiales.
Es indiscutible que el color constituye una base esencial de nuestra arquitectura, pues el contraste que se obtiene con la combinación adecuada de los cambios de matiz, contribuye a producir el aspecto del conjunto, a marcar con viveza las diferentes partes del edificio y a evitar la monotonía de las grandes superficies..
El color variado del ladrillo, interrumpido a su vez por elementos de cerámica vidriada y combinado con la madera poli­cromada y dorada, con el hierro, con paramentos encalados y con otros elementos se presta a producir un bello conjunto de ornamentación.
En cuanto a la característica de luz y sombra, está justificada por la fuerza del sol meridional que produce enérgicos efectos, al determinar los cuerpos del edificio, sus divisio­nes en las distintas alturas y el trazado general de la composición.
Nuestro clima impone la necesidad de los patios, de los espacios libres y de la reducción en las alturas de las edificaciones
Los materiales más empleados son: el ladrillo, la cerámica vidriada en piezas con relieve, los azulejos pintadas sobre el vidrio en la forma de relieve y a la "cuerda seca"; el yeso, la cal para blanqueo de para­mentos, el hierro forjado y fundido, la madera tallada, so­lerías de ladrillo formando combinaciones de mármoles de colores y piedras formando caprichosos dibujos. Eso es Sevilla.

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