Las características esenciales de la arquitectura sevillana son las determinadas por los factores del color, de la luz y la sombra, de las proporciones, de los macizos y huecos y de los materiales.
Es indiscutible que el color constituye una base esencial de nuestra arquitectura, pues el contraste que se obtiene con la combinación adecuada de los cambios de matiz, contribuye a producir el aspecto del conjunto, a marcar con viveza las diferentes partes del edificio y a evitar la monotonía de las grandes superficies..
El color variado del ladrillo, interrumpido a su vez por elementos de cerámica vidriada y combinado con la madera policromada y dorada, con el hierro, con paramentos encalados y con otros elementos se presta a producir un bello conjunto de ornamentación.
En cuanto a la característica de luz y sombra, está justificada por la fuerza del sol meridional que produce enérgicos efectos, al determinar los cuerpos del edificio, sus divisiones en las distintas alturas y el trazado general de la composición.
Nuestro clima impone la necesidad de los patios, de los espacios libres y de la reducción en las alturas de las edificaciones
Los materiales más empleados son: el ladrillo, la cerámica vidriada en piezas con relieve, los azulejos pintadas sobre el vidrio en la forma de relieve y a la "cuerda seca"; el yeso, la cal para blanqueo de paramentos, el hierro forjado y fundido, la madera tallada, solerías de ladrillo formando combinaciones de mármoles de colores y piedras formando caprichosos dibujos. Eso es Sevilla.
Es indiscutible que el color constituye una base esencial de nuestra arquitectura, pues el contraste que se obtiene con la combinación adecuada de los cambios de matiz, contribuye a producir el aspecto del conjunto, a marcar con viveza las diferentes partes del edificio y a evitar la monotonía de las grandes superficies..
El color variado del ladrillo, interrumpido a su vez por elementos de cerámica vidriada y combinado con la madera policromada y dorada, con el hierro, con paramentos encalados y con otros elementos se presta a producir un bello conjunto de ornamentación.
En cuanto a la característica de luz y sombra, está justificada por la fuerza del sol meridional que produce enérgicos efectos, al determinar los cuerpos del edificio, sus divisiones en las distintas alturas y el trazado general de la composición.
Nuestro clima impone la necesidad de los patios, de los espacios libres y de la reducción en las alturas de las edificaciones
Los materiales más empleados son: el ladrillo, la cerámica vidriada en piezas con relieve, los azulejos pintadas sobre el vidrio en la forma de relieve y a la "cuerda seca"; el yeso, la cal para blanqueo de paramentos, el hierro forjado y fundido, la madera tallada, solerías de ladrillo formando combinaciones de mármoles de colores y piedras formando caprichosos dibujos. Eso es Sevilla.
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