27.11.07

EL COMPÁS DE LA LAGUNA Y LA PLAZA DE MOLVIEDRO


La capilla del Mayor Dolor, popularmente conocida como la capilla de Molviedro, está situada en la plaza del mismo nombre, en pleno centro de la ciudad, perteneciendo a la collación del Sagrario teniendo acceso por la calle Castelar, Doña Guiomar, Quirós y Adolfo Cuellar (hasta hace poco Rositas). La calle fray Bartolomé de las Casas también desemboca al lado de la plaza de Molviedro, placita recoleta y con un encanto muy sevillano.

La zona que hoy ocupa la plaza y calles aledañas quedaba dentro del recinto amurallado de la ciudad, próxima a la puerta del Arenal que fue derribada en el año 1860. Se conocía a este lugar como la Laguna de la Pajería o simplemente La Laguna, ya que por ser terrenos inundables solía existir alguna laguna en la zona[1]. A esto ayudaría seguramente los restos que aún quedaban de época visigoda cuando se desecó el brazo oriental del Guadalquivir que iba desde la Alameda hasta la actual calle Antonia Díaz atravesando el casco histórico de la ciudad y que dejó dos lagunas importantes en el interior, una en la Alameda y otra ésta que nos ocupa de la Pajería. La Laguna ocuparía las actuales manzanas delimitadas por las calles Harinas, Jimios, Gamazo y Castelar y en sus aledaños se instaló la Mancebía y un mercado.
En la época de la reconquista de la ciudad esta zona fue encomendada a los caballeros de la Orden del Temple (templarios) que dispusieron de casas y hospedería, aunque no consta ninguna fortaleza. Los templarios recibieron “compás” en esta parte de la ciudad o sea, terreno con jurisdicción propia, que abarcaría desde la huerta de san Francisco (actual zona de Plaza Nueva) hasta la puerta del Arenal, constituyendo un Priorato. La actual calle Zaragoza sería el centro del mismo.

Con la disolución de la Orden templaria en este barrio se asentó la Mancebía de la ciudad, cercana al puerto y frecuentada por marineros en la época en que Sevilla era puerto y puerta de Indias. Este lugar era de gran tradición en la ciudad como sitio de prostitución y de la mala vida sevillana. Diversos monarcas y Cabildos intentaron sin éxito erradicar la Mancebía proyectando incluso construir un convento en su solar. También recibió esta zona los nombres de Laguna de las Mancebías o de las Boticas. “Su verdadero nombre es de la Pajería, desde la Edad Media y estaba dentro de murallas en lo que hoy es Molviedro, Castelar, Gamazo, Padre Marchena y Doña Guiomar. En la época imperial se pusieron ahí las mancebías en unas casuchas a la orilla de la laguna fangosa, de agua de lluvias invernizadas. Estas casuchas se llamaron metafóricamente boticas por las enfermedades que daban no por las que quitaban”[2].

Justino Matute, en sus Anales, narra como “deseando la Ciudad alejar de lo principal de la población aquellas gentes, cuyas inmundicias físicas y morales eran opuestas a una buena policía, y por otra parte continuando con el proyecto de mejorar el aspecto público, enajenó bajo diversos pactos aquel terreno a personas acaudaladas, las cuales por los años de 1772 empezaron a labrar suntuosas casas, que con otras forman la que es hoy calle Nueva de la Laguna, y aún se extendieron a lo que se decía el Compás de la Mancebía y a la calle Piñones”[3].

La Mancebía sevillana “se extendía entre la puerta del Arenal y la puerta de Triana, la muralla que circundaba el casco histórico y una tapia que la aislaba del resto de la ciudad. Hacia el Arenal se comunicaba a través de un postigo y hacia la ciudad contaba con otra puertecilla denominada el golpe donde había un portero guardacoimas o guardapostigos”[4]. Como dato curioso habría que apuntar que las casillas o boticas donde ofrecían sus servicios las prostitutas estaban alquiladas por sus propietarios, que en algunos casos eran personajes relevantes de la ciudad e incluso clérigos y que las prostitutas, para facilitar el acceso a su clientela que era en gran número marinería, habrían huecos en la muralla disimulándolas convenientemente para que se pudiera acceder desde la parte del río con más facilidad y en horas en que las puertas de la ciudad estaban cerradas. En las riadas del Guadalquivir, muy frecuentes en la historia de la ciudad, estos huecos abiertos sin control alguno eran muy perjudiciales pues el agua entraba con más facilidad ya que no hay que olvidar que el cerco amurallado, una vez pasado peligros de invasiones y guerras cumplía otras funciones entre ellas las de proteger a la ciudad de las riadas. Para Justino Matute la zona se veía “habitada de gentes miserables y desconocidas, aunque no lo eran tanto sus costumbres que no pidiesen pronto reforma”[5]. Igual opinión tiene Prudencio de Molviedro sobre las “gentes de mal vivir” que habitan esa zona en miserables casillas.

Una de las muchas mejoras que el ilustrado don Pablo de Olavide[6], Asistente de la ciudad entre los años 1767 y 1776, hizo por la ciudad fue la de mandar demoler y rehacer de nueva planta el barrio de la Laguna.

Para tal fin encomendó dicha tarea primero a don Francisco de la Peña Ramírez y luego a don Manuel Prudencio de Molviedro de forma que construyeron hermosos edificios y una calle larga como centro del nuevo barrio que se llamó primero de Olavide, después calle de la Laguna y de Molviedro y hoy Castelar. Don Manuel Prudencio de Molviedro, del que se ha dicho que era arquitecto o ingeniero, era un militar de grado capitán, natural de Viana (Navarra) que en 1749 figura patroneando los barcos “San Antonio de Padua” y el “Nuestra Señora del Rosario”. Años más tarde figura como “absentista general de la provisión de utensilios para los ejércitos de los cuatro reinos de Andalucía”[7]. Lo anterior no excluye que fuese a la vez ingeniero o arquitecto.

“Una de las grandes realizaciones urbanísticas del Asistente Olavide es el nuevo barrio construido sobre los solares de la antigua Mancebía (La Laguna[8]), entre la Pajería y la Puerta del Arenal. Fue comenzado en 1772, bajo las órdenes del arquitecto Molviedro, y terminado en 1778. De lugar vitando, cobijo del vicio y de la miseria, fue transformado en amplias calles y dignos edificios que conocemos hoy”[9]. Este nuevo barrio quedó integrado en el Cuartel A, barrio 2º de la ordenación territorial que elaboró Olavide de la ciudad. La reurbanización pues “consiste básicamente en la regularización del antiguo vacío de mercado creándose la actual plaza de Molviedro, la eliminación de revueltas en la calle Piñones (Padre Marchena) y la apertura de una calle totalmente recta que comunica la nueva plaza con la Puerta del Arenal”[10]. En esa calle, hoy Castelar, en el solar de los actuales números 15-19 construyó su palacio don Manuel Prudencio de Molviedro hoy desaparecido. Tras el cese de Olavide y su detención por parte de la Inquisición, el 14 de noviembre de 1776, la reurbanización comenzada continuó bajo los mandatos de los Asistentes don Francisco Antonio Domezain y Andía y don Pedro López de Lerena hasta la total terminación de las obras sobre cuya fecha existen discrepancias.

En el plano mandado realizar por el Asistente de la ciudad Pablo de Olavide en 1771 aparece una plaza con el nombre de Compás de la Laguna en la zona actual de calle Gamazo, pero la actual de Molviedro no está rotulada teniendo acceso por las calles de Molviedro (actual Castelar), por la calle Piñones (actual padre Marchena), por la calle Rosa y Rosilla y por la calle Palenque, actualmente Doña Guiomar desde 1880 en homenaje a tan ilustre dama.[11]

En el centro de la plaza se situaba una Cruz y allí se encontraba una pequeña ermita que duró hasta la construcción de la actual capilla y que se cita en la Explicación del plano de Olavide como dentro de las “Hermitas donde se celebra” como “Hermita de Nuestra Señora del Mayor Dolor” aunque hay un error en la numeración. Félix González de León nos da una breve noticia de la misma diciendo que “había una ermita pequeñita pero muy primorosa en su construcción, con su media naranja y linterna...y en su altar principal se venera una imagen de Nuestra Señora del Mayor Dolor, muy bella y de regular mérito”[12]. También Matute nos dice que había “una pobre ermita con hermandad erigida al intento daban culto a la Sma Virgen con el título del Mayor Dolor”[13]. También aparece la capilla en un plano que se halla en el expediente de la Escribanía de Cabildo de 1776 en el cual Prudencio Molviedro expone el proyecto de construcción de la plaza y de un palenque a iniciativa propia para vender “pan, carne, bacalao, pescado, hortalizas y demás comestibles” con la indicación de que la ermita será derruida[14]. En el plano de la ciudad publicado bajo el “auxilio y protección” de don Luis Sartorius “con la mejoras hechas hasta 1848” la actual calle Castelar se rotulaba como calle de La Laguna y la plaza ya se denomina de Molviedro.

La plaza se llamó Tonelería en la Edad Media, Palenque en el S. XVIII y de Molviedro posteriormente. Ha tenido varias funciones: en el siglo XVIII asumió un papel comercial debido a la instalación en ella de un mercado de pan y otros alimentos como y se dijo, mercado que se suprimió posteriormente cuando el Ayuntamiento procedió a la reurbanización de la zona. Actualmente la ocupan casi en su totalidad edificios de instituciones financieras con fines sociales y algunos vecinos siendo escasa su actividad comercial predominando el uso residencial.


[1] La calle de la Pajería es la actual calle Zaragoza desde el año 1896 en que se le puso este nombre. Pajería (Paxería) debía su nombre al mercado de paja allí existente.
[2] MENA, José Mª de: Calles, plazas y barrios antiguos y modernos. Sevilla, 1973. Pag 145.
[3] MATUTE Y GAVIRIA, Justino: Anales eclesiásticos y seculares de la Muy Noble y Muy Leal ciudad de Sevilla. Tomo II. Sevilla, 1887. Pag 299.
[4] MORALES PADRÓN, Francisco: La Ciudad del Quinientos. Historia de Sevilla Tomo III. Universidad de Sevilla. Colección de bolsillo nº 58. Sevilla, 1977. pag 120
[5] MATUTE Y GAVIRIA, Justino: Op. cit pag 298.
[6] Don Pablo de Olavide (1725-1803) nació en Lima y tras unos años de estancia en América llega a España donde se instala en Madrid siendo nombrado en 1766 director del Hospicio de San Fernando. Es nombrado Asistente de Sevilla el 21 de junio de 1767 así como responsable de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena. Su labor como Asistente fue muy destacada, transformando la Mancebía en un nuevo barrio, abriendo la Alcaicería de la Seda (laberinto de calles cuyo núcleo era la actual calle Hernando Colón) saneándola, abriendo nuevos caminos, disponiendo la plantación de árboles en las orillas del río, construyendo husillos, rotulando la ciudad a la que dividió en cinco cuarteles con ocho barrios cada uno y pavimentando calles, ordenó la realización del primer plano de la ciudad en 1771 y ubicó la Universidad en la Casa Profesa de los expulsados jesuitas impulsando un Plan de estudios progresista en el que por vez primera las materias de contenido científico-técnico primaban sobre las especulativas. En diciembre de 1775 fue llamado a Madrid acusado por la Inquisición de ”hereje, infame y miembro podrido de la religión”.
[7] FALCÓN MARQUEZ, Teodoro: Sevilla penitente. Editoral Gever. Tomo I Sevilla, 1995. Pag 221-222.
[8] También se denominó como la Laguna a la zona actual de la Alameda de Hércules.
[9] AGUILAR PIÑAL, Francisco: “Siglo XVIII. Historia de Sevilla Tomo IV. Universidad de Sevilla. Colección de bolsillo nº 90. Sevilla, 1982. Páginas 89-90
[10] VIOQUE CUBERO, Rafael; VERA RODRÍGUEZ, I.M. y LÓPEZ LÓPEZ, N: “Apuntes sobre el origen y evolución morfológica de las plazas del casco histórico de Sevilla”. Ayuntamiento de Sevilla y Consejería de Obras Públicas y Transportes. Sevilla, 1987.
[11] Doña Guiomar fue una ilustre dama que gastó parte de su fortuna en mejorar la ciudad y socorrer a los necesitados. Era hija del mercader de origen romano don Manuel Saunines y de doña Juana González y entre su legado está el pavimentado de muchas calles y la reedificación de la Cárcel Real en 1418 llevando agua corriente a la misma para aseo y alivio de los presos ayudando también grandemente a las obras de la catedral y a numerosos conventos. Tras su muerte, acaecida en el año 1426, legó al Concejo de la ciudad unas salinas que poseía en Cádiz.
[12] GONZÁLEZ DE LEÓN, Félix: “Noticia artística histórica..”. Tomo I. Sevilla, 1844. Pag 215.
[13] MATUTE Y GAVIRIA, Justino: Op. cit pag 299
[14] Archivo Municipal, Escribanía del Cabildo Sección 5, Libro 258, Leg 24 n ºs 7 y siguientes. También en el libro 265, 13 de la misma Sección V. En dicho expediente don Manuel Prudencio de Molviedro presenta proyecto para construir en terrenos de su propiedad una plaza de 30 varas de ancho y otras tantas de largo y para fabricar un Palenque.

3 comentarios:

Unknown dijo...

ESTIMADO JESUS : LE FELICITO POR ESTE ARTICULO,YA QUE YO HE NACIDO EN EL ANTIGUO Nº2 DE LA PLAZA DE MOLVIEDRO EN LA CASA DEL PASAJE Y TAMBIEN SOY SALESIANO DE LA TRINIDAD.DECIRLE QUE NACI EN 1955 Y TENGO GRATOS RECUERDOS DE ESA ZONA ,COMO LA TIENDA -BAR PACO BRACHO CUANDO ESTABA DE CAMARERO JUANITO EL CHATO Y QUE DECIRLE DE NUESTRA
SEÑORA Y SEÑOR ,VIVO EN MALAGA PERO CON SUS ARTICULOS APRENO Y SORPRENDO DE LA HISTORIA DE ESE CACHTO DE SEVILLA.
SIN MAS UN FUERTE ABRAZO JUAN FARO

Unknown dijo...

ESTIMADO JESUS: QUISIERA QUE ME INDICASE ,SI PUEDE DONDE PODRIA CONSEGUIR UNA FOTOGRAFIA DE MI CASA EL Nº2 PLAZA DE MOLVIEDRO LA DEL PASAJE .NO SE SI LE INCOMODA ESTA PETICION YA QUE NO ME CONOCE DE NADA Y QUIZAS SEA POCO PRUDENTE POR MI PARTE , PERO LO HE INTENTDO Y NO LA CONSIGO ESPERO NO HABERLE MOLESTADO Y LE DEJO MI CORREO SI TIENE A BIEN RESPONDERME juanfaro@hotmail.com.
gracias por sus lecciones y un afectuoso saludo juan faro

Gerion dijo...

Mis mas sinceras felicitaciones por los datos aportados, que profundiza en esta histórica calle de Sevilla.

Me encuentro estudiando el histórico de la casa-palacio de Castelar, me seria de gran ayuda si me pudieras indicar donde puedo encontrar informacion de quien lo mandó construir y los posteriores propietarios.

florenciocalera@gmail.com

Gracias